Yo no busco.... Yo fomento
Los Valores Fundamentales En La Sociedad
Los valores están presentes desde los inicios de la humanidad. Para hombre, siempre han existido cosas valiosas: el bien, la verdad, la belleza, la felicidad, la virtud. Sin embargo, el criterio para darles valor ha variado a través de los tiempos.
Los valores son cualidades que benefician a todos por igual, ya que se dan en la medida en que se obtienen y se obtienen en la medida en que se dan. Entre los valores que más se destacan encontramos: La libertad, la honestidad, la responsabilidad, la igualdad, la disciplina, la puntualidad, la lealtad, la humildad, el respeto, la tolerancia y el diálogo; la solidaridad, la justicia, la equidad, la fidelidad, la prudencia, la perseverancia, la integridad; aunque existe una diversidad no menos importantes, todos forman la columna vertebral para regir las acciones de los individuos dentro de la sociedad.
Como los valores son cualidades que benefician a todos por igual, antes de hacer cualquier acción es importante que visualicemos previamente el impacto de esa decisión, para que no influyan de manera negativa en la sociedad y a su ves recordar que los valores siempre son y serán una guía que nos permita conducirnos por el camino correcto, así que busquemos reforzarlos, transmitirlos y comprometámonos a aplicarlos en su exacta dimensión, esto nos permitirá en algún momento de nuestras vidas, tener una sociedad más justa y equitativa.
¿Porqué se debilitan los valores?
1. Las necesidades pueden presionar más que los valores
Los valores en sí mismos no se deterioran. Lo que en realidad se debilita es nuestra propia capacidad de creer en determinados principios y su pertinencia, como producto de la presión que ejerce sobre nosotros el manejo de ciertas necesidades.
Esta realidad, a su vez, nos remite a valores básicos de subsistencia individual.
2. Es mucho más fácil transmitir otros valores
El verdadero significado de los valores en las organizaciones se basa en las acciones y actitudes de sus integrantes, y nuestro comportamiento se traduce en los detalles de lo que hacemos en el día a día:
Imagine a un padre enseñado a su hijo la importancia de la verdad o la responsabilidad. Un instante después, el hijo le dice al padre que lo llama por teléfono un cobrador, y el padre le responde con naturalidad: “Dile que no estoy”.
Imagine algo que cada día sucede más en las empresas: No quitamos la vista de la computadora mientras hablamos con compañeros de trabajo que “respetamos”, y decimos cosas como: “No te estoy mirando, pero te estoy poniendo atención”.
3. Existe mucha presión social a favor de “anti-valores”
En una sociedad que sobre-estimula el consumo y la propiedad, los ciudadanos terminamos siendo valorados más por lo que tenemos que por lo que somos como personas. En consecuencia, la apariencia o el poder muchas veces se convierten en valores superiores a la responsabilidad. Así terminamos proclamando que “el fin justifica los medios”.
En las organizaciones se necesita un poco más de humildad a la hora de hablar de formación de valores o de exigirlos. Los valores están en los detalles de todos los comportamientos de sus integrantes, y muchos de esos comportamientos son habituales y, en ocasiones, inconscientes.